Están cayendo hacia acá y por su propio peso. Pero tú ya los habías escuchado, tú oyes todas las músicas, yo ya no pongo tanta atención. Pero a estos si los escuché viniendo. Escuché desde hace mucho sus pasos y sus preguntas, los mire descansar en sus respuestas. Pero hoy ya no. Su próxima respuesta somos tú y yo.
Yo también los he seguido, desde aquí contigo,,, los he esperado. Por eso no abrí nunca los ojos.
…
Llegaron con lo último de su cuerpo, viendo sin saber, de verdad amando, muchísimo mas de lo que se acostumbra. Ahí, enfrente apenas, dos inconcebibles, dos horribles y hermosos inconcebibles. Uno con la cara larga como rama de árbol.
Al otro no hay que voltear a verlo en nuestras primeras eternidades, vengamos después por él, si es que lo volvemos a recordar.
Ya lo olvidaste, Desapareció. Tiempo. Volvió, ¿Ya te olvidaste?... Con solo estar cerca de ellos. Ni siquiera intentaste hablarles. Llegaste, los viste, los amaste con todas tus fuerzas y escogiste la mitad de un dios dual. Eso es lo que me ha/han dicho,,,
¿Somos uno mismo? Este nos vio y solo se quedo viéndose. Ni viendo vio. Nos vio un cuerpo,,, Supongo que yo soy el hombro, supongo que tu eres el otro hombro y que somos un ser sin cabeza porque arriba de nosotros no hay nada,, ,, ¿Qué nos dibujamos?
Un espejo para su humanidad, por la nuestra.
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