La frecuencia desencantada

Solo tú te has condenado a tu eterno vibrar. Ahí donde intensamente se sacude tu cuerpo es un lugar a donde no se puede llegar por accidente. Estas vibrando y viéndote múltiples manos por que te lo mereces. Hoy ya sabes que ver con cuatro ojos se parece mucho a dejar de ser, pero con dolor. Sigue ahí entre tus solitarios y tristes violetas, grita al son terrible de la divinidad. Hoy ya sabes que es imposible disfrutar ser magnitud y que ser energía oscura no es de ninguna manera mejor que ser alma. Tú ya fuiste todo y todo te dolió. Ya sabes que cada vez duele más el haber querido ser de las partes más grandes del universo, la ambición de la esencia eterna.

¿Recuerdas las estrellas? Estaban en todo nuestro alrededor. Hoy te pareces a esa luz. Eres todo ese helio.