Como ya lo había dicho

Como ya lo había dicho: Conozco mucho del planeta, del Sol, conozco mucho del lugar. Y al fin del día ya no supe nada pero todo continuó muy suave, incluso más. Dejé de saber y empecé a conocer a mucha gente en el mundo, reconocí a mis amigos. Venía esta vez de lejos, de un lugar brillante… Lo de las sacudidas ya lo había dejado muy atrás, hoy ya no eran temblores sino vibraciones más finas y pequeñas… Escucho percusiones como para insectos que gradualmente se transformarán en algo horrible, por amor, solo para mí. Conozco mucho del movimiento… Solo para mí, por ahora, el ritmo del pulsar… Al parecer jamás pude decir nada escribiendo, escribía para perderme en un buen lugar, pero ¿perderme? No era encuentro lo que en esos momentos buscaba. No tenía aún ese tipo de barba, roja. Miraba entonces, a medias, todo tipo de luces, de bailes de las que en el Universo pudieron bailar, escribí sobre todas ellas: de las oscuras y tristes que se amaban y se perdonaban todo el día.

- Quiero ser igual que tú y que me mires igual a ti. Quiero que nos quedemos cerca…

- Tu cabello dice que mientes. Me dice que otra vez mientes. Es hermoso.

- No miento, mi cabello parece decir eso por quedar bien con el viento, ellos se saben mejor pero no me saben a mí.

- ¿Eres lógico? Yo creo que por eso siempre es así contigo.

Pude haber contestado cualquier cosa, pero preferí detenerme. Eso hice por lograr algo perfecto… Lo logré aislando y casando cuatro líneas, cuatro bailes de palabra… Ya quería irme de ahí para ponerme a pensar sobre eso. Ya quería empezar a recordarlo… No se como no preferí vivirlo…

- Ya te quedaste serio y de ahí ya no vuelves bien. Como que aunque hables te deja callado, y aunque no te des cuenta todos notan que no quieres hablar y que cuando empiezas a hablar ya quieres acabar.

Dijo esto y no le entendí, pero aún así le entendí algo malo. Pero me equivoqué. No quise decir nada sobre esto. Tenía razón…