sábado, 17 de marzo de 2012

Primera mañana de primavera

Despierta con lo fuerte del sol el pequeño matavenados,
despierta y es dueño de todo su tiempo,
es el rey de sus confusiones,
es el único que sigue la película del nudo.
Trata de recordar pero le resulta imposible
y como no se necesita pues se abandona.
El sol grita por primera vez en el año
y acuden a él todos los ansiosos de las hierbas aromáticas.

Se arrastran todos recién bañados por las piedras calientes.
Para no llegar tarde a la mañana
que es la noche de sus almitas arrastradas.
El humo de las nubes desaparece a mediodía,
nadie esperó que durara más,
lo efímero resultó comprensible,
antes y después de todo.

El sol practica sus tonos
mientras los animales llenos de alma escuchan.
Que risa les da lo que el astro les canta.
Que esto y que el otro.

A veces los días son noches
así de fácil,
así de difícil.
A veces es fácil encontrar la fruta,
a veces es difícil fermentarla.
A veces es fácil esconderse,
a veces es fácil encontrar amigos en el mismo escondite.

Ojos de luz de noche que no ven
o que se hacen los que no ven.
Miradas que nos devuelven a casa,
a todos nosotros, sus insectos servidores.

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1 comentarios:

Anonymous David Cordero ha dicho...

Hola! me encontré esto por que le puse "Matavenados Efímero" en google, me gustó mucho lo que escribes. Coincide que tengo una banda que se llama "Matavenados". Voy a poner un vínculo a este texto en mi página de facebook :P.

Saludos!

9 de enero de 2013, 12:04  

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