La curva que hizo que tronara (cadáver exquisito de Felipe y Herandy, Junio 2010)
Aún con los ojos cerrados la luz se duerme dentro de mi
libre de tiempo, revisando los compromisos de la noche, los de la tarde y los de la mañana, confundiéndolos
como el palo chueco que llegó junto con esa sonrisa en la mañana
libre de tiempo, revisando los compromisos de la noche, los de la tarde y los de la mañana, confundiéndolos
dejando a los cerdos, a los rinocerontes. Ya esta vez sin un solo ritual, ni baile, ni cena de humanos, ahora nos comemos el polvo
el mismo polvo que llueve y nos avisa donde cae. Arruina engranajes y los hace brincar hacia los ojos
el mismo que te separó de algo que murió hace algún tiempo. Los hombres calvos renacen
Sus pies fríos en la mañana despiertan en una ciudad ya ocupada y corajuda
muerta ya desde que se sintió fría. Algún día se miró en la tierra caliente junto a las luces que entraban despistadamente, a veces temblorosa cuando el parque se volvió más pesado
con los ruidos de los niños y los trenes que reventaban almas, solo el viento era el único serio
Hoy falleció la muerte como todos los días, siempre se vuelve el todo , entre la luz y el animal, el lo manda , se vuelve el jefe, y también el que crea se vuelve responsable
¡Las veladoras al Orden! ¡Las veladoras al Orden de la tribu de las Lineas Rectas! Lo malo que las flores no hacen pirámides
puras formas artificiales. Lo universal está terminándose, se determina pura vida muerta. Puro cactus , pura espina. Puro animal cuernudo.
Etiquetas: Ballena I
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