lunes, 15 de abril de 2013

Mi maestro es quien menos esperaba. Esperaba ver la luz en algún viejo de barbas blancas y túnica que cruzaba a la gente de un lado a otro del río. Algo así, un gran gordo en la cima de una montaña altísima, algo así. Y no. Fue más bien una trama loca, una linea impensable:

una espina corta la piel de una niña, de seguro, quien sabe que pensará el sol, pero lo que sueña crece todos los días, crece, acumula tiempo, cuerpo , vuelve a ser completo, deseo, posesión, vida, la misma historia de siempre tan profunda como siempre, así por eso, un nuevo ser humano: mi maestro, por quien todo se y para quien todo se.

Maestro, no te vayas, enséñame mas cosas, dime para empezar, todos los cuentos, mientras más oscuros mejor, pero oscuros, no de mala vibra, ni miedo ni triste ni violento ni nada mal trip, solo oscuro de tan profundo, de tan impensable, oscuro porque la mente nunca ha ido, ni la luz tampoco en teoría porque que de ahí sale y ahí permanece.

Maestro, acomodaste todo lo que se,
medistedatosnuevos


medistedatosnuevos

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio