Corres contra la luz
Corres contra la luz
sobre la voz de los viejos,
vas con sus ropas y sus estampas
saltando recién iluminados entre dimensión y dimensión.
Te recuerdas al fin en la selva.
Hojas y árboles de Klimt.
Los oros de aquí y los oros de allá son los mismos,
solo nuestros silencios son distintos.
Ves felinos y las aves
ocupada por las plantas,
boca abajo detrás de los gatos.
El gallo busca en ti nuevos gestos
despierto entre la piedra y la hierba.
Su cabeza es su propia flor.
Su comida es su propio movimiento.
Caras acostadas entre el sol del suelo,
verde amarillo.
Etiquetas: Dios es obvio 2
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