martes, 30 de noviembre de 2010

Orejudos

Al cielo y al tiempo les mando unas imágenes,
unas guías para perder el tiempo
para encontrar de uno mismo un pedazo más.
Es lo último,
el último chiste,
colores para recordar mi juventud.

Es una canción de orejas,
venados, perros y mujeres.
Es la prueba de que estuve con lo que se quedó de mi.
Es el sueño limpio del campo,
el retrato de la novia que escucha a través de la pintura.
El venado que es el puente a todo,
es la cara de todos los hermanos.
Al buen tiempo y a los buenos ojos y a los malos que sabrán quedarse callados.
Aún si no, seguiré siendo lo que soy.
No importa lo que ven los ojos
ni lo que las almas callen o digan.
No importa que la realidad hoy sea un poco más bella.
Hoy que soy más fuerte y más permanente que las palabras.
La calma es el centro de lo que ya vuela,
de lo que corre invisible.

"Habla al aire y luego entierra ahí mismo lo que dijiste"

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