sábado, 27 de noviembre de 2010

Fractalidad de algo radiográfico


Otro agujero,
guarida calientita en la nevada invisible que cuando se llega a ver se ve negra,
huele a mojada.
Ruge dormida con sus sueños y sus chispas anaranjadas.
Quien sabe si hoy sea la última noche.
Derecho, un hilo desde una estrella levanta mi cabeza.
Me pregunta que si que quiero: ¿Paredes blandas, solas y tranquilas o un mundo de posibilidades?
¿Cómo despierto de este sueño protector?
¿A quién le pregunto cual es mi burocracia?

Abajo mi mano dice a la mirada eterna un código de tiempo,
muestra con sus hilos la resistencia del color,
verde y rosa bajo la nieve vieja.
Aplastado el cuerpo frente a las herramientas que fabricaban la materia de sus cuerpos futuros,
muerto frente a las herramientas que organizan a los órganos.

Detengan líneas los pudores en el tiempo que corre vacío más allá de lo sensorial,
conserven en otros países las reglas a sus hijos.
Reglas que obedecen reglas.
Reglas que forman hueso.
Deténganse en el todo que se funde con y tan solo con una de sus partes.
Algo que renunció a casi todo de si.
Recién terminada la montaña,
recién empezado el desierto plano,
duérmete que mañana miraremos el mismo sol.


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