Un optimismo
Al fin conozco el nombre de la voz que ha de cantar mi futuro.
Le dije en voz alta y le encantó.
Funcionó hasta que lo repetí demasiado.
Las estrellas absorben el pasado
así que no importa.
Sus vidas pesadas hacen de mis errores un tonto petroleo.
Etiquetas: El loco de oro III
0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio