Miedo a hacerte enojar en tus sueños
Sueños rojos de fuego
pegajosos y salados,
besos que no viven palabras.
Recuerdas mi voz con cariño.
Recuerdas nuestros abrazos bajo las dos estrellas.
Recuerdas nuestro abrazo en la pirámide de la luna.
Yo peleo en un laberinto del sentido contra la diabla mujer de siempre,
la mujer negra que desaparece y deja su ruido,
sus huevos.
- No escuche tus sueños hoy.
Tu allá en el desierto
yo allá en el desierto.
Etiquetas: El loco de oro III
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