el poeta y el poeta
Poesía arrastrada, deslizada, acostada,
versos de cielo raso.
Hierba guinda que alimenta a las vírgenes recién nacidas.
Hierba alta que crece hasta el espacio.
Hierba que en la negrura abraza a la nueva virgen de luz,
al nuevo evento del Sol.
Poesía brillante a su hija en su hija,
su rayo de luz amarilla,
su ángel que solo mira.
(la fuerza que lo sostiene todo gira invisible).
Llega y haz estrellas, flores y plantas,
deja que te vean,
déjalos que se reflejen.
Etiquetas: El loco de oro I
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