miércoles, 2 de septiembre de 2009

A la muñeca

Invisible te llevé cargando,

te presté a mis amigas,

bailaban contigo mientras le sonreían a tu linda cara.

Cosas hermosas sonriendose,

una cargando a la otra.

En una oscuridad noble inventada por mi.

Ahora que te cargue quien no me escucha

para que sepa como soy.

Ya eres más pequeña,

mucho más desde que dejaste de ser,

desde que eres teoría.

Ahora te cargan y tengo testigos,

fotografías hechas a mano,

ojos viendo a los ojos

cargando pequeñeces que no se pueden ver

pero que si están ahí,

lejos pero ahí adentro también de la oscuridad de bailes y sonrisas.

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