Bemi
Me diste la muerte sin conocer ninguna palabra,
ni mis ideas expulsadas ni las de nadie.
Soy padre en el peso y en el amor.
Soy tu cama y tu eres mi miedo a la muerte,
sucia y torpe,
apunto de morir.
Fuiste barata y así te fuiste,
dormida, con un ojo más chico que el otro.
Te encontré retorcida en un sueño confundido,
viendome caminar con cuatro patas como susto querido,
sueños de gata.
Tu que pintas la distancia como asunto temporal,
como agua a punto de chiflar en su escape apresurado.
Dices pronto con la inclinación de tus ojos,
me recuerdas a ti.
Que profunda persona tendré que dejar de ser.
... mucho después que tú.
Etiquetas: Decir (parte 1)


0 comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio