Realización Universal
El siempre se olvidó de los recreadores,
los abandonó en su constancia,
les confió la sincronización eterna
y la causa/efecto.
se dejó en ellos.
No hay vanidad el todo momento
solo el honor callado, relativo y absoluto,
de seguir siendo.
Dejó de celebrarse el más natural de los miedos:
el frío sin objeto, y empezó el momento por el momento,
la necesaria desvalorización
que convierte a la parte en todo.
empezó la visión desentendida
que canta desdibujos
mientras es cada división
y múltiples multiplicares.
Empezó el concepto sobre concepto.
Etiquetas: Magnitud y Maravilla (primera parte)


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