miércoles, 19 de septiembre de 2012

Recién llovidos

No siento la lluvia
no siento la piel de mis manos
solo las finas heridas y sus ácidos fuegos.
El peso de la ambición de tiempo duerme en los párpados.

Todos dormidos recién llovidos
llamando vampiros
susurrando terriblemente.
Todos comen sangre,
en esta montaña, todos comen sangre.
Sangre, sal y pimienta
terrible arena caliente,
que solo es un recuerdo
un futuro en el desierto del norte.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio