domingo, 7 de noviembre de 2010

El sábado es el secreto de la luz que se va

El sábado es el secreto de la luz que se va.
El sábado es una nuca y una espalda a contraluz.

La gravedad se ha debilitado.
Hoy ya tardo más en caer.

No me gusta como se siente asesinar.
No me gusta como dejar cadáveres vivos para que la noche se los coma.

El camino es una espiral de piedra, hay gradas con público en ambos lados del camino. Gris casi blanco con su marco de piedras café. Persigo a un cavernícola inmóvil, gordo y de cabeza muy pequeña, ojos de plastilina y un cabello animado. Doy un salto parcial hacia enfrente y me veo: soy un venado.

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