martes, 28 de septiembre de 2010

Sueño de paz

Veo una firma en la lluvia que sabe a verdad,
empieza de nuevo lo mismo sin cambio.
El dolor muerto ya ni asomó la cara,
ya no le quedaba ni un poco.

Se esconden los pros y los contras,
más los contras,
se esconden en los rumores evidentes que bailan como agua anaranjada dentro del cuerpo.

Es verdad venados,
esta vez es verdad
se quedaron sin sol ni dios
de repente como las nubes: gris oscuro.

Hay que diluir la luz para convertirla en recuerdo,
guinda como el pasado amoroso.

CONÓCETE LIBRE
DES-UBICACIÓN
RECORRE ETERNAMENTE LA LINEA EN EL DESIERTO.

Esta es la parte en la que para bien el hombre olvida su nombre,
ya no sabe que tanto durará su nueva novela.
Que miedo y que alegría,
la única alegría viva
el miedo a la noche,
a la espina, al veneno y al aguijón.

Pasos por las pequeñas piedras que dirigen mamíferos
llenos de intensa noche.

Quizás toda la vida dure solo un día.
Quizás cuando llegue ya no estés.
Quizás las nubes solo están desesperadas
como las paniqueadas aves gordas que huyen sin necesidad.
... el último día por cierto.

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