domingo, 10 de mayo de 2009

Me retuerce tu luz natural

Me retuerce tu luz natural, me llama a tus bailes de hombre, mujer, gata, flor. Dejas de parpadear para guardar tu orgullo en el silencio. Dejas que llegue igual de tranquilo, como tu sin ganas. Con las mismas ganas de estrella que tu, carcajada pensadora, vaga de la superficie.

El silencio de la luz es el nuestro también.
Son nuestras también las naranjas y los dientes que enseñan las risas,
Con esos nos mordemos.
Ya con la luz que sea…

Izquierda: la pared, sus dibujos y sus sombras.
Derecha: el prisma viejo, las hojas muertas cada vez más chicas, la ocarina en forma de tortuga, una espiral y un fractal.

Clavadas las mañanas en su lugar,
Empujando a la tarde desde adentro.
Enviando la culpa humana a darle muchas vueltas al mundo.
Sudando la vergüenza.

Mi pirámide permitió que de ti solo llegara música,
La distancia me da campanas por lágrimas,
Trompetas por derrumbes.
El arco de saliva se convirtió en té.

El futuro sonriente promete seguro un ser en plural.
Lo que es pasión y arte.
El descenso eufórico casi encomendado a la suerte.

Las desesperaciones que no puedo negar,
No puedo porque perdería en una implosión esperada.

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