viernes, 10 de abril de 2009

Longitudes de unas mentiras

- Hueleme la mano extraño. Que extraño. No entiendo porque no quieres oler mi mano, ni que estuviera sucia.

- No es que crea que esté sucia... Esta raro.... No se te hace raro alguién que te pide que le huelas la mano. O no se.. Nunca le he pedido a nadie que me huela la mano.... Aunque si me da curiosidad. Porque por algo me lo pides...

¿Qué habrá sido?
Me imagino lo peor y no es ninguna obviedad.

-¿Es una fruta nueva y extraña que no conozco? ¿Por eso vi ayer catorce colibríes?
¿¡Por esto?¡

Y el halcón arriba en el cielo, totalmente sin moverse exactamente encima de mí, viendo hacia la misma dirección que yo, exactamente. Cuando estaba parado en el desierto. Mi primera señal divina. Significo un fin de semana de buena televisión.

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