Un silencio obligado a punto de romperse y quebrarse en ruido

Todavia no te he dicho nada porque aún hay mucho polvo, todavía la luz es muy fuerte, es dueña de cerros y de desiertos. Aún el temor se justifica por todos lados, el jaguarcito detrás de las hojas, mirando con sus ojos amarillos a las hormigas de todos colores, patriotas y vigilantes.

También los has visto pues tampoco has dicho nada, también ves temblar al tosco y pequeño felino bajo su cobija de plantas e ilusiones. ¿Por qué no se va?

- Ya se fué... Pero las hormigas aún están aquí.

- A pero esas tienen mucho miedo. Se hincan cuando ven más de un luna, se aterran cuando ven algo caer al revés.


Pero después de todo hay una nube ruidosa, que nos protege con su ruido a los dos ya que estamos tan juntos y mojados. Podemos gritarnos. No le tenemos miedo al agua.