jueves, 27 de noviembre de 2008

AZUCAR MATUTINO

No somos del mismo tamaño,
tu eres un gigante con la sonrisa junto a las estrellas.
Tu tienes a Orión en la boca.
Lo veo desde la lengua.
Nos trajiste con tus larguísimas manitas.
Aquí seguiremos en nuestro triángulo imposible
escondido en los pasillos estelares.

Pronto el espíritu se va del torso
dejándose un poco en los codos y en las rodillas.
La realidad ha tocado la puerta.

No quiero abrir la puerta
No cabes en este planeta.
Solo estas aquí para endulzar el alba.

Me besa mi propia boca
son mis ojos los que me sonríen.
Mis testigos han muerto en ellos mismos,
en sus propios amores ridículos que supongo son tibios también.

Ridículo y tibio yo que me pienso masticado
mientras el Sol hace remolinos con mi cara.

Son canciones para la playa,
la nueva llegada del mar a la tierra.
El segundo que se va.

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