El sueño despareció en cuanto intenté registrarlo
El sueño despareció en cuanto intenté registrarlo. La luz lo
espantó. Huyó con sus pasos veloces. Ahora se burla de ti desde su escondite,
tal vez oscuro. Tal vez duerma y tenga pesadillas dónde lo atrapas, dónde para
él todo acaba. Tras las rejas por sus fechorías, a escribir bajo la luz de la
luna por años, en los que se dice que todo cambia pero no hay nada que lo
pruebe. Girando un largo tiempo en eso cuyo nombre debería ser el antónimo de
habitación, sólo era el innecesario peso del pasado que nadie exige ni
recuerda.
Ese descuido humano fue lo que ocurrió. Perdió años de su
vida en esa estupidez del sistema. Ya no hay nada que hacer.
Hay que robarle tiempo a los cómplices del castigo, a esos
que son su fuerza física, los que se lavan las manos diciendo que sólo
obedecen órdenes. Dejan de ser nosotros
y se convierten en los otros.
Etiquetas: En la noche eterna siempre es primavera 3
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