lunes, 4 de octubre de 2010

Este mes hace el silencio en las tardes.
Eso fue lo que el humano le perdonó al desierto.
Pasan las nubes sin desconocer nada aún.
Aún no escuchan los latidos metafísicos
"solo hay nuevos bichos más brillantes"
"reflejan a dios, devuelven su luz"
"no dicen nada que se pueda medir"
actúan sin decirse nunca nada igual.
Una lengua caótica sin ningún orden.

Nada se dice para arriba.
Nada de lo que se dice llega muy arriba.

Puras lineas doplers circulando en sus fases de rugir
acercándose y alenjándose
como los árboles amarrados a las casas quisieran.

Otra vez en este infernal túnel azul
madre de desperspectivas.
Un poco de aire tibio flota entre el calor caliente
¿Qué hay de toda esa luz que para nada sirve aún?

El sol en el vidrio ilumina mi rostro político
mi barba y la sombra de hojas amarillas.

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