jueves, 23 de septiembre de 2010

El día hacia atrás

La gran vuelta me pareció mucho atrevimiento y decidí hacerme caso, a mi, decidí quedarme con mi NO. Sentí un vacío químico, lastimé y confundí un par de almas, ensucio la mía. Pero escogí una tarde cómoda porque no quise que mi vida cambiara... Pude haber girado más, pude haber esforzado mas mis huesos pero también mandarse solo es divertido, no quise ser un malagradecido pero no quiero que mi vida cambie.

Acostado en la pradera virtual con la producción mental y su verbo ámbar. Una carta misteriosa oculta su destino a plena luz, mientras veo como de la pared emerge la hierba.

Busco entre los millones de ideas el sueño del tiempo. La poesía de toda la vida. La luz que le da vida al arte, madre luz de la forma. Tierra, plantas, cuerpo, cielo, mente... Puedo escucharte leer, no entiendo lo que dices pero puedo escucharte zumbar, tu voz no significa nada.

El sol ultrabrillante y amarillo de las dos de la tarde se empezaba a sentir pesado y dormido, bebía sangre y maíz, bebía mucha sangre su espíritu dual, sangre helada su parte masculina y sangre caliente su parte femenina. La tierra se come la vida mientras el sol al fin se queda dormido.

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